lunes, 13 de febrero de 2012

YOUNG ADULT (Crecer a hostias)



Dirección: Jason Reitman
Año: 2011.
Interpretación: Charlize Theron (Mavis Gary),Patrick Wilson (Buddy Slade), Elizabeth Reaser (Beth Slade), Patton Oswalt (Matt Freehauf), Collette Wolfe (Sandra Freehauf). 
Guion: Diablo Cody


  Desde hace unos años se viene hablando con frecuencia del denominado "síndrome de Peter Pan", el cual, a pesar de no estar reconocido como una enfermedad psiquiátrica, está ampliamente considerado como un mal de la sociedad moderna, que afecta a aquellos que no son capaces o se niegan a madurar. Los eternos adolescentes, vamos. Las características de un "Peter-Pan" son: inmadurez, irresponsabilidad, rebeldía, cólera, narcisismo, dependencia, negación del envejecimiento, manipulación, y la creencia de que está más allá de las leyes de la sociedad y de las normas por ella establecidas. Estas últimas líneas describen perfectamente el personaje protagonista de esta película, una impresionante y pasivo-agresiva Charlize Theron.
  
  Charlize Theron interpreta a Mavis Gary, una escritora de libros para adolescentes que vuelve a su pueblo natal para revivir sus días de gloria e intentar recuperar a su amor del instituto. Cuando todo parece ir de mal en peor, Mavis se encuentra con un antiguo compañero de clase que tampoco ha triunfado al terminar el instituto.
  
  Se trata de una de las comedias más amargas y crueles que yo haya visto y con uno de los personajes protagónicos más insoportables que recuerdo. La escritora de libros para adultos jóvenes (categoría en la que se enmarca la saga "Crepúsculo" e incluso "Harry Potter" en sus últimos volúmenes; y que en inglés recibe el nombre de "young adult", de ahí el título) que encarna de forma soberbia Charlize Theron, en el que es sin duda uno de sus mejores papeles, es antipática y despreciable, un personaje patético al que sin embargo uno compadece al contemplar su naufragio vital y cómo su distorsionada visión de una realidad que debería pedirle perdón por no haberle otorgado la vida de éxito que el instituto le prometió que merecía, le llevan a un hundimiento que parece irremediable. Es curioso, pero uno sufre al ver esta película que parece una comedia pero se asemeja bastante a un drama en muchos momentos, uno sufre con ella, y se ríe con ella, y mucho, merced a unos chistes políticamente incorrectos y una mala leche casi sin tregua. Ella, la Theron y su personaje, son el principal vehículo de este humor corrosivo, pero en ello también juega un gran papel su redescubierto y lisiado amigo Patton, igualmente amargado pero más sensato y realista, pues la vida nunca le prometió nada. Personajes antitéticos (la reina del baile de graduación y el gordo al que nadie mira) que acaban sienten y son lo mismo, unos seres fracasados y perdidos bajo su punto de vista, lo que demuestra que, a pesar de lo que diga el instituto, al final, tanto unos como otros, en algún momento de su vida, sienten lo que Janis Ian cantaba en su canción "At seventeen".

   Ellos son los dos principales y más logrados personajes de un elenco más que solvente y, a pesar del desquiciamiento con que la protagonista los contempla y trata, realista. Quizá se eche en falta, más dinamismo en cuanto al tono general de la película, demasiado cínico y plano, anticlimático, pero se corresponde con la vida y la visión planas del personaje de Mavis Gary. 
  
  Curiosamente, y a pesar de su título y de sus personajes infantiles, se trata de la película más madura de su director, una ácida comedia dramática sobre lo que significa convertirse en un adulto, y como esto, se quiera o no, es inevitable, lo quiera o no el personaje de Charlize Theron a la que no le queda otra que crecer como crecemos todos: a hostias.



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